Último segmento

Hemos iniciado el último mes del 2009, la cuenta regresiva sigue su curso hacia el mañana... mientras tanto hoy algunos mortales aún perseguimos con ilusión las señales en el cielo; esas que nos enseñan con cada amanecer el proceso cíclico del universo.
El otro día reflexionaba sobre nuestra posición en el cosmos, somos tan insignificantes, tan pequeños, tan ajenos a él, tan frágiles... podríamos ser borrados de la historia (esa sí universal) sin esfuerzo alguno. Díganme ¿qué restos quedan de aquellos gigantescos dinosaurios que habitaron la superficie del planeta durante más de 450 millones de años?, algunos huesos, teorías, dibujos... ¿qué quedará del ser humano que con muchos esfuerzos sólo reune 1 millón de años de existiencia? Período durante el cuál se ha dedicado a modificar su entorno para sobrevivir

Reflexionemos y tratemos de imaginar lo siguiente:

Hay en el universo 400 mil millones de galaxias; y en cada una de esas galaxias 400 mil millones de estrellas; algunas de ellas como nuestro sol con varios planetas girando a su alrededor; y algunos de esos planetas con grandes posibilidades de albergar vida que se haya hecho consciente.
Para ponerlo en términos más palpables, podemos afirmar que existen en el universo más estrellas y planetas que granos de arena en todas las playas de la Tierra; así de sencillo.

Pero aún con todas esas posibilidades, las enormes distancias complican el contacto y evolución de los posibles vínculos... principalmente por el tiempo que una sociedad como la nuestra recorre el breve camino hacia su autodestrucción.

Mientras tanto sigamos aquí, en nuestra esfera azul complicándonos la vida y pensando en que somos importantes para esa inteligencia cósmica que opera con una lógica más allá de nuestro entendimiento.

RDS