Es parte de un complejo sistema de caminos interconectados ligeramente por el poder del intento.
Es la voz chamánica de los antepasados yaquis que retumba en las invisibles paredes de la cordura y el tiempo.
Es la eterna compañera a nuestro flanco izquierdo que sigilosa vigila el más mínimo movimiento de nuestro cuerpo.
Es la vida... y el cielo... es la risa y el moribundo momento de paz.
Es la muerte, pura y total... nuestra dulce y bella compañera.
RDS